DOÑA MICAELA: «LA ENFERMERA»

NOTA PUBLICADA EN LA EDICION Nº 37 DEL 25 DE NOVIEMBRE DE 1995 – HISTORIAS DE VIDA

El pasado 21 de Noviembre fue el Día de la Enfermera» – Por este motivo «La Ciudad» visitó a la enfermera más antigua de Las Heras – Hoy jubilada y con recuerdos imborrables de su actividad durante 27 años , DOÑA MICAELA SANTANA es un ejemplo y un símbolo para quienes llevan a cabo esta linda y valiosa profesión –

Llegó a Las Heras en el año 1952 . Chilena de nacimiento , argentina por adopciòn y lashereña de corazòn , MICAELA SANTANA VDA. DE CARIMONEY viviò desde chica en Puerto San Julián para luego trasladarse a Comodoro Rivadavia y de ahì emprender un viaje sin retorno a nuestra ciudad, donde el destino y una vocaciòn escondida la iban a marcar para toda la vida .
Doña Micaela y su esposo Francisco, estuvieron viviendo 15 dìas en el Hotel Central hasta que se instalaron en la casa de la calle Ramos Mejìa, la misma que hoy habita en soledad y con innumerables recuerdos la protagonista de esta historia.
Doña Micaela se iniciò en el viejo Hospital Rural como lavandera, tarea que desempeñò durante seis meses .
Luego estuvo medio año de mucama hasta que
se iniciò en la tarea que hoy extraña, añora y festeja todos los 21 de Noviembre .
DOÑA MICAELA , «la enfermera» , es la misma que nos recibiò en su hogar con cierta desconfianza .
La misma que a medida que la charla avanza va mostrando entusiasmo y ganas de recordar esos gratos momentos .

– «Cuando yo entrè al Hospital el Director era el Dr. Antonelli. También estaba el Dr. Garcìa y como compañeras estaban Amanda Spaet y Olga Puchi . Despuès llegaron Cèsar Herrera y María de Herrera .

El Hospital estaba frente a la comisarìa y todo era muy distinto a lo que es ahora. Antes se hacìa todo a mano. Calentàbamos agua en fuentones para poder lavar. A la noche tenìamos que alumbrarnos con làmparas para cualquier urgencia porque no había luz. Todo se realizaba con màs cariño y amor. Ahora todo cambiò .
Uno entra hoy al Hospital y te miran de arriba a abajo. Què ropa tenès, què zapatos usàs. Eso no me gusta y por ese motivo no he vuelto màs» .
Doña Micaela tuvo 8 hijos , de los cuales uno falleciò. Tres hijos viven hoy en Las Heras y las hijas estàn todas afuera (dos en Pico Truncado, una en Caleta Olivia y otra en Río Gallegos) . Los nietos suman 27 y ya tiene 22 bisnietos, con la esperanza de poder llegar a ser tatarabuela. Guarda gratos recuerdos de quienes marcaron a fuego sus comienzos en la enfermerìa. Se nota en la expresiòn y en el tono de la voz que le gusta recordar, por ejemplo a los Doctores Demel y Fernàndez, dos profesionales que mucho la ayudaron en los difìciles momentos en que habìa que trabajar, atender el hogar y criar a los hijos .

– «Tengo muy buenos recuerdos del Dr. Demel. Era muy bueno, una persona que me ayudò muchìsimo y que nos enseñò todo lo que sabìamos. tenía un gran corazòn, al igual que el Dr. Fernàndez, que vino cuando era un pibe. Muy serio, muy responsable. Siempre les estarè agradecida a ambos por el trato y la ayuda que nos brindaron «
Tambièn el entusiasmo crece cuando llega el momento de recordar a sus compañeras, desde las primeras hasta las ùltimas .
– «En los comienzos tenía de compañeras a Nora Sosa, Eva Canale, Olga Rodriguez de Garcìa. En ese tiempo no había muchas. Despuès y ya en los ùltimos años compartí la enfermerìa con las jóvenes que se iniciaban : Rebeca Bòrquez, Florinda Almonacid , la chica de Lujea, Magaly Torralbo, Olga Rodriguez, Sonia Tellagorry, Emma Godoy, no sè si me olvidè de alguna» .

La charla con Doña Micaela tambièn tocò temas que nada tienen que ver con la enfermerìa, pero que estàn en relación con los diferentes momentos que le tocò vivir en nuestra ciudad .
Como la explosiòn de gas que en 1976 le hizo perder a su esposo (Francisco Carimoney Vargas), uno de los recuerdos màs feos porque además tuvo que estar viviendo un año en lo de Don Quelìn, hasta poder reconstruir la casa. Todo a pulmòn, luchando como siempre lo hizo en su vida y sin sentarse a esperar una ayuda municipal que nunca llegò .
Como su opiniòn acerca de Las Heras hoy, vista desde su óptica :
– «Al pueblo lo veo màs o menos bien, aunque no tan bien. Hay muchas cosas que no me gustan. A mi este año y a causa de la última lluvia se me inundò la casa, de bote a bote. Sacaron de la casa siete camionadas de agua. Cuando reclamé y pedì ayuda a la Municipalidad, vinieron dos pibes que me dijeron ¡¡¡Què quiere Señora , que el Intendente le compre una casa nueva ? ..Así me dijeron los pendejos. No respetan la desgracia ajena. Yo les dije que si al Intendente le sobraba la plata que me compre una casa.!!! Lo ùnico que pedìa era que me ayuden a sacar el agua de la casa. Quedè indignada por eso y nunca màs voy a pedir ayuda. Què se creen !!!! «

Doña Micaela es la enfermera màs antigua que recordamos. Quienes vivieron desde siempre en nuestra ciudad la recuerdan con cariño y añoranza. Tantos años sirviendo a la comunidad que siempre quedan anècdotas para recordar .
-«Lo màs gracioso que recuerdo de los tiempos de antes era que muchas veces teníamos que alumbrar con lámparas de kerosene o con linternas al mèdico que atendía los partos de urgencia . En ese tiempo a la noche no había luz eléctrica y de esa forma se atendía a los pacientes. Ahora que ha pasado el tiempo y con todo el progreso que hay, cada vez que me pongo a pensar me causa gracia y admiración lo que hacíamos en esos tiempos para cumplir con nuestra tarea como enfermeras. Y no puedo evitar sentirme un poco orgullosa por haber servido durante tantos años. Haber visto tantos niños nacer que hoy son hombres y que ni siquiera conozco ahora» .

El relato de Doña Micaela nos causa admiración y nostalgia. Tantos recuerdos que hoy tiene esta mujer y que debemos resumir por razones de espacio.
Igualmente nos sentimos inmensamente felices por cumplir con este pequeño homenaje.
A las enfermeras en general y a Doña Micaela en particular, en representaciòn y como sìmbolo de todas y todos los que abrazaron esta profesiòn .
Doña Micaela està jubilada desde el año 1979 y según nos cuenta con la misma nostalgia de todo su relato, los primeros tiempos como «jubilada» fueron muy difìciles para ella «Los primeros dìas despuès de jubilada anduve mal. No me podìa acostumbrar, extrañaba muchísimo . Fueron muchos años de lavantarme temprano para ir al Hospital . Extrañaba demasiado. Me acuerdo que me levantaba a la mañana para ir al Hospital . Y al rato me daba cuenta que estaba
jubilada…. Me preguntaba què me estaba pasando, si me
estaba volviendo loca … Pero era la costumbre y las ganas de volver a hacer lo que siempre hice y tanto me gustò. Extrañè demasiado , sobre todo las guardias» .

Micaela Santana nació un 08 de Diciembre de 1916 y dentro de dos semanas cumplirà 79 años de vida.
Seguramente ese dìa sentirá bien de cerca el afecto de hijos, nietos, bisnietos , de toda la gente que la quiere y que la conociò tal como es.
Hoy, la enfermerìa para Doña Micaela es tan sólo un recuerdo, pero AYER fue una forma de vida .
Una actividad desarrollada con amor y con responsabilidad, hasta con pasiòn .
«La Ciudad» ha querido humildemente brindarle este homenaje y seguramente despuès de nuestra visita, Doña Micaela ya no pensarà màs «que nunca se acuerdan de ella» Porque a 16 años de haberse jubilado y en nuestro primer «21 de Noviembre» , hemos querido brindarle a nuestros lectores esta nota que seguramente serà bien recibida.
La última reflexiòn de Doña Micaela està referida , obviamente , a la profesiòn que desempeñò durante 27 años .
«Ser enfermera es lo màs lindo que me pasò. Es una tarea difìcil pero linda, si se la toma con responsabilidad y se hace con amor. Si solamente se realiza por conveniencia
económica, seguramente algún día se fallarà en algo. Yo tuve la suerte y el placer de hacerlo por amor y por vocaciòn. Y creo
que mi desempeño fue bueno. No me acuerdo haber cometido algún error, porque la responsabilidad fue una de mis debilidades. Lamentablemente y por lo que yo veo ahora, los tiempos cambiaron mucho» .

Y si lo dice Doña Micaela … «PALABRA SANA» …
MUCHISIMAS GRACIAS Y HASTA SIEMPRE !!!!!