El equipo de Mauricio Macri podría negociar en septiembre con el Fondo para que acepte un “waiver”, es decir una suerte de pedido de disculpas y revisión por no cumplir con el límite inflacionario de 32%. El argumento sería que violaron ese objetivo como consecuencia de poder alcanzar otra exigencia del organismo.
Mientras Cambiemos intenta convencer al interior del país de que no hay riesgo de caer en un nuevo default, cosa que el mundo mira con marcada desconfianza, empiezan a aparecer las primeras grietas entre lo que el Gobierno le prometió al Fondo Monetario Internacional y lo que realmente podrá cumplir: es que Mauricio Macri ya analiza pedirle perdón al FMI por incumplir la exigencia de no superar un 32% de inflación.
Según un artículo de Carlos Burgueño en ámbito.com, el gobierno de Macri estudia comenzar a negociar en septiembre la posibilidad de que el organismo internacional acepte un “waiver”, es decir una suerte de pedido de disculpas por no cumplir con una de las pautas estipuladas en el acuerdo firmado en julio, que es no superar el límite de inflación de 32%.
No obstante, un dato curioso que revela la nota es el paradójico argumento que eligiría el equipo que encabeza Nicolás Dujovne para convencer a los técnicos de Christine Lagarde: que hubo que violar el techo inflacionario exigido por el FMI como consecuencia de cumplimentar otra orden del organismo.
La exigencia a cumplir que hizo que se deba incumplir el pacto referido a la inflación fue el desmantelamiento de manera rápida de la bomba de tiempo de las Lebac y la imposibilidad de financiar corridas bancarias con el dinero aportado.
Según las autoridades argentinas, la presión devaluatoria provocada por ambas medidas negociadas con el organismo que dirige Lagarde fue la principal causa del alza de los precios desde mayo de este año hacia delante; aun por encima de la presión de los aumentos de los combustibles y de las tarifas de los servicios públicos y el transporte.
En ese sentido, el periodista reveló que si bien tanto Dujovne como el presidente del Banco Central, Luis Caputo, confían en sostener el 32%; hombres cercanos al jefe de Gabinete, Marcos Peña, hablan de un 34 % de inflación.
De hecho, la desconfianza de Peña y su sector dentro del oficialismo van en línea con la de la población. Según la Encuesta de Expectativas de Inflación (EI) que mes a mes realiza el Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), en el mes de agosto la inflación esperada por la población para los próximos doce meses se elevó 3,1 puntos porcentuales respecto de la medición de julio de 2018 hasta el 35,3%.
Asimismo, dentro del pedido de perdón por no cumplir con la meta inflacionaria se incluiría un perdón por las variables de crecimiento. Los pronósticos determinaban un crecimiento del país del 1%, pero se espera una caída económica similar a la de los años 2014 y 2016.
Según el mismo portal, ni en Buenos Aires ni en Washington están orgullos de hablar de un waiver a menos de un año de iniciado el acuerdo de reinicio de las relaciones crediticias entre el FMI y el país. Sin embargo, peor sería decretar el fracaso de la ayuda y liberar a la Argentina a su suerte.
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